Se espera un verano muy caluroso, con olas de calor
frecuentes, algunas de ellas de aparición sorpresiva. ¿Podremos disfrutar de
nuestras vacaciones? ¡Claro! Lo importante es conocer las precauciones que
debemos tener, para el cuidado de toda la familia y para divertirnos
saludablemente.
Una ola de calor es un periodo muy cálido y generalmente
húmedo, con temperaturas por encima de lo esperado, que dura más de tres días.
La naturaleza es sabia y, al sentirse afectado, el organismo nos dará signos
que debemos saber interpretar tanto en uno mismo como en aquellos que dependen
de nosotros. Los niños, en especial los menores de 6 años, y los adultos
mayores de 65 son más vulnerables al calor. Los pequeños pierden abundante
agua, su organismo contiene un mayor porcentaje que el de los adultos. Las
pérdidas en los pequeños pueden ser muy rápidas, especialmente si están
expuestos al calor o muy abrigados.
En el otro extremo, si bien los adultos mayores transpiran menos también sienten menos sed, aunque les esté faltando agua, pues tienen disminuidas sus percepciones. A veces estos signos son tardíos, es decir, cuando tienen sed ya están deshidratados, y se vuelven más distraídos, lentos, muchas veces confusos. Hay que tener especial cuidado también con personas obesas, hipertensas o con problemas cardíacos. Aquellos que practican deportes al aire libre deben estar especialmente atentos a las condiciones a las que se someten, siendo recomendable no realizar ejercicio en las horas pico de calor.
Una ola de calor es un período muy cálido y generalmente húmedo.
Los síntomas y signos que se identifican ante la exposición al calor en exceso son calambres, agotamiento, piel seca, boca seca y sed intensa. El golpe de calor es la consecuencia de elevar la temperatura corporal a temperaturas entorno a los 40 grados. Entonces, la piel está caliente y enrojecida, aparece somnolencia y mareos, además de otros síntomas que pueden ser más graves.
Te ofrecemos un check list para que sepas cómo cuidarte y cuidarlos. !
- No hagas actividad física fuera de casa entre las 11 y las 18 hs.
- Escapá de los lugares muy cálidos y, si es inevitable, tomá agua aunque no sientas sed. La clave: buscar los lugares más frescos.
- No exponerse a los rayos solares, en especial a los niños, y refrescarse todo lo posible, con dos o tres duchas diarias.
- Desde el inicio del día, bebe más agua de lo habitual, sin esperar a tener sed y hacelo con mucha frecuencia.
- Ofrecerle agua a los niños y adultos mayores, verificando que tengan siempre agua disponible. En el caso de los lactantes, ofrecerle más lactadas y a demanda, para mantenerlos hidratados.
- Elegí comidas frescas y livianas, con vegetales y frutas, en porciones moderadas, bebiendo agua antes, durante y después de comer.
- Decile NO a las bebidas alcohólicas, aumentan el riesgo de deshidratación.
- Ponete ropa suelta, ligera y de colores claros.
- Cubrite la cabeza, usá lentes de sol y ponete protector solar antes de salir y luego de cada ducha.
- Si vas a frenar el auto un rato, no dejes a nadie adentro, Tampoco a tu perro!
- Comunicate cada tanto con esas personas que viven solas y recordales que tomen agua.