La calidad de nuestros logros, tiene que ver con la calidad de nuestras conversaciones. Entonces, ¿cómo construimos una conversación poderosa que nos facilite un buen resultado?
En primer término, trazándonos un objetivo claro, armando una lista con las cosas que queremos conseguir. Es necesario trabajar en una argumentación de calidad y probable. En tal sentido es importante visualizar y armar un mapa de nuestras fortalezas y debilidades, en cuanto a las metas que queremos conseguir. Una vez que tenemos esto claro, sabremos en que nos podemos apoyar y en que debemos trabajar para que no nos juegue en contra. Contar con estos elementos claros y organizados es importante para construir un mensaje simple y cierto, apoyado en datos. La receta se basa en construir un mensaje coherente y convincente, y transmitir confianza y credibilidad. Seamos protagonistas de una historia que nos represente y nos lleve a lograr los objetivos.
La claridad y simpleza argumentativa genera confianza, si no estamos convencidos y preparados, es probable que no lleguemos a los resultados deseados. Es decir, ¿si nosotros no creemos en nosotros, podemos pedir a los demás que crean?
Para ser protagonistas en nuestras conversaciones es necesario tener en cuenta el lenguaje en su totalidad, verbal, no verbal y las palabras.
El lenguaje verbal, tiene en cuenta el tono y el ritmo de la comunicación, si nosotros contamos toda la historia de la misma forma y con el mismo tono, seguramente nuestro interlocutor habrá perdido el interés antes que nos demos cuenta. El lenguaje no verbal, es sustancial ya que refiere a nuestra actitud y postura, las cuales tienen que coincidir con lo que estamos diciendo y en como lo estamos diciendo.
Las conversaciones no son unilaterales, por lo cual no es conveniente preparar un discurso, sino argumentos para una conversación y presentarnos abiertos y tranquilos para responder lo que el otro quiere conocer de nosotros.
La receta se basa en construir un mensaje coherente y convincente, y transmitir confianza y credibilidad. Seamos protagonistas de una historia que nos represente y nos lleve a lograr los objetivos.
Luego de trabajar en todos estos puntos, la recomendación es practicar y practicar. Ser conscientes de que la comunicación efectiva nos dará la posibilidad de poder ser los protagonistas y de lograr los objetivos. Conocerse más por dentro y por fuera para mostrar a los demás la mejor versión de ustedes mismos. Somos las conversaciones que tenemos. Seamos protagonistas para que nuestras conversaciones se transformen en efectivas, poderosas e inspiradoras.