En las distintas etapas de la vida de las personas, surge la necesidad de hacer cosas que nos permitan cambiar aquello que no nos hace sentir bien, ni satisfechos, que no nos deja avanzar ni lograr las cosas que queremos. En tal sentido, realizar un proceso de coaching puede ser de gran utilidad para una persona que quiere, pero no sabe cómo, lograr un mayor desarrollo personal y profesional. La palabra coaching puede traducirse como “entrenamiento”, pues procede del verbo inglés to coach que significa “entrenar”. Si bien hace pocos años que escuchamos hablar sobre esta técnica, su antecedente histórico se remonta en la filosofía griega, principalmente en Sócrates, quien creó un método llamado mayéutica consistente en un proceso inductivo, a través de preguntas reveladoras con sus discípulos, mediante el cual, lograba traer a la luz las cualidades y respuestas que éstos ya tenían en su interior. Así mismo, en los diálogos de Platón basados en una secuencia de preguntas y respuestas, se puede reconocer la estructura arcaica de una sesión de coaching.
Con estas bases, pero de tendencia muy actual, el coaching es una disciplina que colabora en la gestión del desarrollo de personas y organizaciones que, utilizando este tipo de entrenamiento, buscan mejorar el rendimiento y potenciar sus habilidades sociales. Aquí un pequeño recorrido para saber qué es, para qué se utiliza y qué objetivos tiene.
“El coaching profesional se fundamenta en una asociación con clientes en un proceso de acompañamiento reflexivo y creativo que les inspira a maximizar su potencial personal o profesional”, según la definición de la International Coach Federation (ICF). Así, este es un proceso de aprendizaje que brinda la posibilidad de realizar un viaje interno de autoconocimiento, generando mayor información y conciencia, y nos conecta con los recursos y herramientas que todos necesitamos para conseguir resultados satisfactorios. En sesión, el coachee (o cliente) trabaja temáticas relacionadas con sus emociones, creencias y juicios, y los coaches acompañamos con diversas técnicas para que pueda mejorar sus habilidades, gestionar problemas o cambiar conductas.
El coaching ayuda a tener más y mejor información sobre el sí mismo, tomar conciencia, descubrir lo que realmente queremos conseguir, lo que estamos haciendo y lo que no, y como hacerlo efectivo.
Algunas escuelas denominan al coaching como una danza entre coach y coachee en la que, a través de una conversación basada en preguntas poderosas, el coachee logra ver, diseñar y comprometerse a cumplir sus objetivos, ya que es quien determina los temas a trabajar, marca la agenda y se responsabiliza del proceso para conseguir sus objetivos. Así, el rol del coach es acompañarlo en el recorrido que deberá hacer para lograrlos, y su patrocinador para que se convierta en protagonista de su vida asumiendo el compromiso de desarrollar nuevas estrategias de pensamiento y acción.
La técnica también resulta poderosa y efectiva cuando se trabaja en las empresas con líderes y equipos, ya que más allá de su enfoque individual, es un instrumento eficaz de acompañamiento para potenciar el rendimiento grupal. El coaching de equipos permite crear una dinámica colectiva, facilitar cambios en las empresas e, incluso, transformar la cultura en su conjunto.
Existen diferencias importantes entre Coaching y otras profesiones de apoyo:
- Su carácter no directivo. El coach pregunta y promueve la respuesta generada por el cliente. No aconseja.
- La relación es simétrica. El coach es un socio colaborador y patrocinador del cliente en el camino hacia su objetivo, ya que el experto es el propio cliente y no el coach.
- La herramienta fundamental es la pregunta.
- El foco de atención está puesto en el presente y el futuro.
Con esta dinámica, la disciplina acompaña a personas o grupos a cubrir vacíos existentes entre lo que son y lo que quieren llegar a ser, ayudándolos a concientizar y ampliar el campo de visión generando un espacio en el que puedan contemplar más opciones de las que hasta ahora habían sido capaces de tener en cuenta. De esta manera podrán aumentar su percepción, tanto a nivel cognitivo como físico y emocional, ver nuevas alternativas y, por ende, podrán hacer mejores elecciones que les permitirán obtener mejores resultados.
No es raro ver que muchos profesionales y empresas tienen un objetivo marcado, pero no llegan a conseguirlo. Esta técnica también los ayuda a definir, de forma efectiva, un rumbo y objetivos mediante la utilización de diferentes herramientas para que puedan diseñar un plan que les permita pasar a la acción. Aquí, como coach, colaboramos para que el equipo logre tener una comunicación más efectiva, que les facilite comprenderse y construir la confianza necesaria para trabajar por un objetivo común y los pasos para cumplirlos.
En pocas líneas, el coaching ayuda a tener más y mejor información sobre el sí mismo, tomar conciencia, descubrir lo que realmente queremos conseguir, lo que estamos haciendo y lo que no, y cómo hacerlo efectivo. Según el ámbito de aplicación en el que se realicen y las técnicas utilizadas, encontramos diferentes tipos de coaching que persiguen distintos objetivos: cambio de hábitos y conductas, gestión de emociones, ver más allá y considerar nuevas opciones, autoconocimiento y superación personal, mejorar la comunicación y relaciones personales, establecer objetivos de vida y profesionales, identificar caminos para conseguir las metas, mejorar la productividad y gestión del tiempo, desarrollar nuevas habilidades. Todo proceso de coaching está basado en el hacer, ya que sin acción no hay cambio. La sola reflexión no es suficiente y preguntas tales como, ¿cuándo? ¿dónde? ¿cómo? ¿con quién? y ¿para qué?, son esenciales a la hora de protagonizar los cambios que queremos lograr. Toda sesión de coaching termina en acciones propuestas por el coachee.
Como coach, entiendo que esta técnica es una invitación al aprendizaje sobre nosotros mismos que, indefectiblemente, nos lleva al cambio, a pensar y sentir diferente, a revisar nuestros modelos mentales y a crear una mayor consciencia. En definitiva, a construir una nueva realidad siendo los verdaderos protagonistas de nuestras vidas. !
