Cuando le preguntamos a Jimmy Baikovicius qué busca captar a través del lente, la respuesta es contundente “Una manera de ver no convencional, que provoque emociones y que, al menos por un instante, detenga la mente y la focalice sólo en ese instante de luz captada”. Y es que a este ingeniero uruguayo que está promediando la quinta década, más conocido por su rol de empresario dedicado a la venta de sistemas de audio de alta calidad, lo mueve la emoción. Ya lo demostró cuando, tras obtener un Máster en Ingeniería Mecánica en Estados Unidos y un Doctorado en Ingeniería Eléctrica en Canadá, decidió volver al Uruguay para emprender en su país. Suele decirse que su hobbie es la fotografía, pero quienes lo enuncian de esta manera no saben que sus primeros pasos en esta disciplina datan de su época de estudiante, en la Universidad de Minnesota, cuando con apenas 24 años realiza su primer curso de fotografía en blanco y negro con revelado en cuarto oscuro. Tampoco saben que logró captar la atención del curador del Centro Cultural Borges (CCB) de Buenos Aires. «Jimmy, qué gran artista sos. Me conmovieron tus fotos. Si la gente te dice que parecen pinturas recordá que, en los primeros tiempos, los fotógrafos fueron pintores. Encarnás lo mejor de Nadal y Cartier Bresson», le dijo Julio Sapollnik cuando lo invitó a exponer en el CCB. Jimmy también expuso en el Hyatt Centric Montevideo y en Centro Cultural San Marcos de Toledo, España.
“Son ya miles de mis fotos que han encontrado su lugar en libros, películas, Wikipedia, souvenirs, revistas, prensa en general y blogs requeridas de todas partes del mundo”.
Jimmy Baikovicius
¿Qué resaltarías de Uruguay como destino?
Sus grandes espacios con poca gente, más tantos lugares donde parece haberse detenido el tiempo. Sus costas marítimas que te permite ver las dos caras del día: amanecer y atardecer, con coloridos únicos. Su carnaval, el más largo y quizá popular del mundo, genuino a más no poder. El orgullo bien entendido de su pueblo. Su gran mezcla de arquitectura que no calza con patrón alguno.
¿Qué localidades uruguayas en particular te gusta más fotografiar y por qué?
Mayormente toda la cosa del Río de la Plata y la de su océano Atlántico.
¿Cuál fue tu inspiración para hacer esas fotos que hoy compartimos con los lectores de Clap!?
¡Si tengo que hablar de la inspiración de cada una de las fotos ya deberíamos pasar a escribir un libro!. La mayoría de mis fotos son el resultado de mi vida, no de algo planificado para hacer una toma. Donde voy, siempre está mi cámara.
¿Y tenés alguna anécdota asociada a estas imágenes?
Esta de Pocitos tiene una historia muy especial (ver foto superior). Se me había vencido el pasaporte y tenía que ir a la Ciudad Vieja a renovarlo. En vez de ir en auto, decido, como muchas veces, ir en ómnibus para poder hacer tomas de la ciudad desde la perspectiva de un viajero metropolitano. Abro la ventana y cada tanto voy haciendo tomas de lo que me llama la atención, con el ómnibus en movimiento. A mi regreso, la línea D1 toma la rambla de la playa Pocitos. Ante mi sorpresa, noto por primera vez el trabajo de recuperación realizado con esos árboles y plantaciones naturales. Justo el cielo acompaña que, junto a sus colores le da a la playa de mi infancia, ese aspecto nunca antes visto por mí. Al compartirla con amigos, ¡nadie puede creer que esa es nuestra playa Pocitos!
«La mayoría de mis fotos son el resultado de mi vida, no de algo planificado para hacer una toma».
Jimmy Baikovicius
¿Qué otros destinos te inspiraron sensaciones similares?
Todo destino que combine correr y al mismo tiempo fotografiar me genera este estado de alerta máxima. Es mi cotidianidad que se paraliza pasando a un estado inmediato de atención plena por el simple hecho de levantar la cámara. En ese momento, el tiempo se siente transcurrir a toda velocidad. En mi cabeza no hay lugar para más nada que ese instante que te llega al corazón y te hace gatillar e inmortalizar un gran instante vivido.