La Organización Mundial de la Salud (OMS) lo reconoce como la mayor amenaza para la salud humana en el siglo XXI.
El cambio climático representa la mayor amenaza para la salud humana en nuestro tiempo, con implicancias tanto directas como indirectas sobre la incidencia y el tratamiento del cáncer, por eso en este breve artículo el Dr. Osvaldo Arén, abordará algunos aspectos sobre el Cambio climático y el cáncer.
Por Dr. Osvaldo Arén Frontera, Médico Oncólogo

Aunque cambio climático no es sinónimo de calentamiento global, ambos conceptos suelen aparecer vinculados. El calentamiento global se refiere al aumento de la temperatura media de la atmósfera y los océanos, fenómeno impulsado principalmente por la acumulación de gases de efecto invernadero derivados del uso de combustibles fósiles.
Este aumento en los gases de efecto invernadero está asociado con niveles más altos de dióxido de carbono (CO₂), incremento de temperaturas, elevación del nivel del mar y mayor frecuencia, intensidad y duración de eventos climáticos extremos como olas de calor, sequías, incendios forestales, inundaciones y huracanes.

Aumento de la incidencia del cáncer
El cambio climático contribuye a un mayor riesgo de desarrollar cáncer a través de diversos mecanismos, tales como:
- Exposición incrementada a radiación ultravioleta.
- Contacto con contaminantes atmosféricos y sustancias químicas tóxicas.
- Estrés térmico prolongado.
- Reducción del acceso a programas de detección precoz y atención médica continua.
En resumen, el cambio climático no solo agrava los factores de riesgo ambientales, sino que también dificulta la prevención y el diagnóstico temprano del cáncer.
Impacto en la atención oncológica
Los eventos meteorológicos extremos afectan directamente la prestación de servicios oncológicos. La atención del cáncer —que incluye consultas médicas, quimioterapia, radioterapia, inmunoterapia, entre otros tratamientos— requiere continuidad y acceso frecuente. Sin embargo, esta continuidad se ve amenazada por:
- Daños a la infraestructura sanitaria.
- Obstáculos logísticos para que los pacientes accedan a los centros de salud.
- Interrupciones en la disponibilidad de profesionales de la salud.
- Alteraciones en la cadena de suministro de insumos médicos, incluso cuando los eventos climáticos ocurren lejos del lugar de tratamiento.
Como consecuencia, el cambio climático impacta negativamente en la calidad, disponibilidad y sostenibilidad de la atención oncológica.


Ejemplos concretos
Contaminación del aire
El humo de los incendios forestales contiene múltiples sustancias cancerígenas, como el formaldehído y el benceno. Además, está cargado de material particulado fino (PM2.5), que incrementa considerablemente la incidencia de cáncer de pulmón, especialmente en personas no fumadoras.


Fenómenos meteorológicos extremos (huracanes, inundaciones)
Pueden interrumpir la producción de insumos médicos esenciales, como medicamentos y sueros (por ejemplo, durante el huracán ‘Irma’ en Puerto Rico). Tienen la capacidad de dañar o destruir equipos médicos vitales para el tratamiento del cáncer.


Conclusión
Los efectos del cambio climático sobre el cáncer no son meramente teóricos: están ocurriendo y empeorarán si no se actúa con urgencia. Por ello, es fundamental integrar la perspectiva climática en las estrategias de prevención y control del cáncer.
La comunidad internacional debe adoptar medidas firmes para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. De lo contrario, los avances alcanzados en la lucha contra el cáncer corren el riesgo de verse profundamente comprometidos, generando un retroceso sanitario y social inaceptable !
Dr. Osvaldo Arén, Oncólogo - Centro de Investigación Clínica Bradford Hill - Santiago de Chile | @bradfordhill.cl