Producción de Vinos con personalidad puramente Esteña
by TATIANA SCHERZ BRENER

Una nueva bodega realza la belleza de Punta Negra. Cada año saldrán más de 40 mil botellas de vino de alta calidad y habrá visitas guiadas y degustaciones, en una estructura inspirada en la época medieval.
La nueva bodega se llama Las Espinas https://bodegabouza.com/ y completa el ciclo que empezó en 2016 con el primer viñedo y siguió en 2022 con un restaurante, ambos homónimos y propiedad de la familia Bouza que, junto al enólogo Eduardo Boido, se dedica a la producción a pequeña escala de vinos de alta calidad. “Desde que empezamos a plantar en el Este —en Pan de Azúcar, allá por el año 2009—, es algo que siempre quisimos. Y la verdad es tremenda alegría que después de tantos años de pensarlo, la bodega esté casi terminada”, expresó Juan Pablo Bouza en diálogo con Revista Clap!. El empresario habló sobre la importancia y las características de la nueva bodega.
La obra comenzó en septiembre de 2023. ¿En qué etapa está?
Se trata de una construcción de tres módulos diseñada por los arquitectos uruguayos Víctor Lorieto y Valentín Barreiro e inspirada en las estructuras medievales de los viejos hórreos gallegos, que eran de piedra o madera y estaban elevados del suelo mediante pilares. El módulo 1 —que es donde se recepciona la fruta— ya está terminado, el 2 —donde se hace la vinificación— también, y el 3 —la cava— está terminándose. Estimamos que la bodega estará lista para funcionar a fines de enero o principios de febrero y los últimos detalles quedarán prontos a fin de marzo o principios de abril.
¿Qué diferencia a esta bodega de la que tienen en Montevideo?
La particularidad está en que separamos la parte de recepción de la de vinificación. En el primer módulo se seleccionan los racimos; luego, éstos pasan por una despalilladora y de ahí a una segunda selección grano por grano. El segundo módulo es donde están los tanques. Son 12, de acero inoxidable y de 3.500 litros cada uno, es decir, es una bodega pequeña para hacer más o menos 50.000 litros de vino por año. Y luego está el tercer módulo, que es donde van las barricas. En la bodega de Montevideo la recepción de fruta se hace dentro del módulo de vinificación. Acá cambiamos el sistema para mantener siempre limpia la zona donde están los tanques.

¿Por qué es importante la construcción de esta bodega?
Antes, es decir, inclusive hasta la última vendimia, transportábamos la uva desde el Este hacia Montevideo para vinificarla. A pesar de que hacemos la cosecha nocturna y que la uva llegaba a la capital en la madrugada, entendemos que tener una bodega en el mismo sitio que el viñedo dará la más alta calidad posible. Además, es una forma de darle otro atractivo a la zona y de cerrar el ciclo productivo que iniciamos primero con el viñedo y luego con el restaurante; este último ubicado en uno de los cerros a 200 metros de altura y con una vista de 360°.

¿Qué aportará a Punta Negra y a Maldonado?
Primero, nuevos puestos de trabajo. Cuando hicimos el viñedo se contrató gente, lo mismo con el restaurante, y ahora se emplearán más personas para la bodega. En total, entre las tres cosas, son unos 25 puestos. También haremos visitas guiadas y degustaciones, lo que aumentará el atractivo turístico de la zona. Y la bodega no solo es muy linda desde el punto de vista arquitectónico, sino que, además, respeta al entorno, porque se hizo sin deteriorar nada, es decir, la vegetación del lugar está intacta. Justamente, está emplazada sobre unos pilares para no destruir el suelo.
Otro aspecto importante es que está hecha y pensada para durar muchos años. Al igual que con los vinos, apuntamos a que la construcción sea de la mayor calidad posible y que incluso mejore con el correr del tiempo, como lo hace nuestro producto. La fachada es toda de madera; tiene unos listones de 4 x 8 pulgadas que están separados por unos 20 centímetros lo cual deja fluir el aire y el techo lo hicimos de cobre pensando en la cercanía que tenemos con el océano y evitando la corrosión. En unos seis o siete años ese techo tomará un color verdoso como pasa con algunas catedrales antiguas y la madera, que es sin tratar, quedará más gris, lo que le dará a la estructura una personalidad propia.

¿Qué variedades producirán?
Las variedades que tenemos en Las Espinas son las mismas que ya teníamos en nuestros viñedos: Chardonnay, Pinot Noir, Merlot y Tannat. Lo que hemos hecho en estos años, más que incorporar nuevas variedades, ha sido trabajar los tipos de suelo, es decir, ver la expresión de una misma variedad en distintos lugares, como puede ser un Tannat de Las Espinas, uno de Pan de Azúcar, uno de Canelón Chico y uno de Las Violetas. No quiere decir que haya uno que sea mejor o peor, simplemente son diferentes y va en el gusto de cada persona. El viñedo de Las Espinas es muy chiquito; son apenas casi siete hectáreas y cada variedad tiene un poco más o un poco menos de una hectárea.
¿Cuántas botellas saldrán por año de esta bodega?
Serán unos 50.000 litros… que son alrededor de 40 mil botellas.

Desde que empezamos a plantar en el Este —en Pan de Azúcar, allá por el año 2009—, es algo que siempre quisimos. Y la verdad es tremenda alegría que después de tantos años de pensarlo, la bodega esté casi terminada
¿Tienen pensados otros proyectos para el Este?
En realidad, el proyecto más próximo que tenemos es en Montevideo. Queremos hacer un hotel boutique de ocho habitaciones en una casona antigua, junto a la bodega, y pensamos iniciar la obra en 2026. En cuanto al Este, también está la idea de hacer cabañas o habitaciones para que la gente pueda quedarse a disfrutar de los viñedos, pero hoy es simplemente eso, una idea.
Estamos empezando la temporada de verano 2025. ¿Existe algo así como un ‘vino del verano’?
Puede ser nuestro Albariño, que para el verano va espectacular. También recomendamos el Pinot Noir rosado que va muy bien en esta época, o el Chardonnay de Las Espinas !
